Título: “Patria”
Autor: Fernando Aramburu
Páginas: 642
Publicación: septiembre 2016
(Tusquets Editores)
Género: Narrativa
Tengo que empezar esta
reseña diciendo que “Patria” es un libro brutal. No pensé lo mismo cuando lo
empecé, es más, por la forma en la que está escrito creí que no me iba a gustar.
Pero no podía estar más equivocada, según he ido avanzando en las páginas le he
ido cogiendo el gustillo a la peculiar manera en la que está escrito. Al menos es
curiosa para mí, que nunca había leído nada parecido. Pero está escrito muy muy
bien, con lo cual no puedo decir otra cosa más que que merece mucho la pena.
Autor
El autor es Fernando
Aramburu, escritor vasco –concretamente guipuzcoano– de 58 años. Estudió
filología hispánica y durante un tiempo ejerció de profesor de español en Alemania,
donde lleva viviendo algo más de treinta años. Actualmente se dedica a la
escritura, habiendo publicado algunos libros de relatos y varias novelas,
trabajos por los que ha obtenido diversos premios. Una de sus novelas, “El trompetista
del Utopía” fue llevada al cine con el título “Bajo las estrellas” en el año 2007.
Patria no es el primer texto con en el que ha tocado el tema del conflicto vasco –escribió
una colección de relatos sobre las víctimas de ETA en 2006 y la novela “años
lentos” en 2012– aunque sí el que más éxito está cosechando.
Resumen / Sinopsis
El libro trata sobre la vida de dos
familias de un pueblo de Guipúzcoa. Una de ellas, con posibles, es víctima del
impuesto revolucionario y, más tarde, del terrorismo de ETA. La otra, más
modesta, vive el ingreso de uno de sus hijos en la banda terrorista. Dos
familias que fueron muy amigas en tiempos pasados, pero sin relación en el presente, distanciadas
por una misma circunstancia pero por motivos muy dispares.
Opinión personal
Como ya he dicho al
principio de la reseña “Patria” me ha parecido brutal. Tengo que describirlo
así por la sensación de satisfacción que se me ha quedado al terminarlo, impresión
que no he tenido demasiadas veces con otras novelas. Creo que no es fácil quedar
cien por cien conforme con un libro. Pues bien, con este me ha pasado. Y eso
que cuando lo empecé pensé que estaba escrito de una forma tan rara que no me lo iba a terminar.
El autor mezcla narración en
tercera persona con primera, con pensamientos de los personajes, lo que me
chocó bastante. Al principio me costaba entender el sentido de algunas frases,
pero tardé poco en cogerle el tranquillo a ese estilo. A todo se acostumbra
una. Un par de ejemplos: “Y ella, ay, que vieja me estoy haciendo, volvió a
mirar la calle y el taxi ya se había perdido de vista”, “Una de las que no fue
al funeral, de las que no le dio el pésame, de las que dejaron de saludarnos
cuando empezaron las pintadas”. Frases como esa son comunes en todo el texto y,
lo que al principio me resultó algo incómodo, al final se convirtió en una de
las principales motivaciones de la lectura. Otra curiosidad es que Aramburu
mezcla el tiempo presente con el pasado. También fue algo que me sorprendió, no
estoy acostumbrada a leer así. Un ejemplo, en el que en la primera frase narra
en pasado y en la siguiente, en presente: “Y con las mismas servilletas de
museo, (…), se limpiaba el Txato hace más de veinte años la grasa de los dedos.
Se desprenden del arroz los últimos hilos vaporosos. Bittori sirve a Xabier”.
El libro tiene 642 páginas –por
este lado perfecto porque me encantan los libros largos– y 125 capítulos, la
mayoría cortos, de cuatro o cinco páginas. Esto siempre me gusta, ya que puedo
dejar de leer cuando quiera sin dejar un tema a medias. Normalmente se habla del mismo tema o persona durante varios
capítulos seguidos. El asunto
de los personajes es algo que quiero destacar. Me ha gustado no ver uno o dos
protagonistas principales, si no que a todos les ha dado similar importancia y más o menos les dedica el mismo tiempo. Al final se me ha
quedado la sensación haber conocido por igual a cada miembro de las dos
familias. Esto no me parece fácil, la verdad. Mantener el suspense durante todo
el texto y dar emoción a la historia de todos los personajes debe de ser algo
complicado, y Aramburu lo consigue, sin duda.
“Patria” está escrito –a ratos–
de un modo bastante coloquial. El autor utiliza expresiones corrientes y un
lenguaje muy cercano. Por ejemplo: “(…) seguimos siendo militantes, cagüendiós (…)”, “Era domingo y soplaba
un cierzo que te morías”, “Hace ya la tira de tiempo que no ve a sus sobrinos (…)”. Pienso que cuando lees así te metes mucho más en la historia, ya que cualquiera de
nosotros podemos hablar igual y es fácil que nos sintamos identificados. Incluso
algunas veces parece que el narrador es el propio lector, ya que da un dato o
cuenta una cosa e inmediatamente después pregunta algo que se podría cuestionar el lector. Un ejemplo: “Hacía tiempo que no se veían. ¿Cuánto tiempo? Qué
importa. Dos, tres semanas”. Lo más normal hubiera sido poner “hacía dos o tres
semanas que no se veían”, pero escribiéndolo como lo ha hecho Aramburu creo que
hace sentir al lector parte del relato, mucho más integrado en la novela. Esta
forma de narrar podría hacer pensar que es un texto de andar por casa, sin gran
calidad, pero es todo lo contrario, el autor ha sabido mezclar perfectamente la
sencillez de un lenguaje cercano, fluido y fácil de leer con un texto de una
calidad notable. Además, hila perfectamente los muchos temas que trata y mantiene el
suspense durante prácticamente todo el libro, no me he aburrido en una sola de
sus páginas.
En resumen, una novela
recomendable al doscientos por cien, con la que he descubierto una forma de
narrar desconocida para mí hasta ahora y que me ha cautivado. Además, tiene
otro punto a favor que es que, tratando un tema nada fácil de abordar, consigue
poner al lector en la piel de personas muy enfrentadas ideológicamente. Pienses
como pienses, puedes llegar a comprender e incluso a sentirte identificado. Merece mucho la pena leer este libro. Sin duda voy a buscar otras
novelas de este autor.